Son muchos los factores que pueden influir en la frecuencia con la que las personas tienen relaciones sexuales; así, el estado civil, la salud y la edad, se encuentran entre los que más pueden jugar un papel importante.

Contradiciendo la creencia popular, en investigaciones se ha demostrado que el matrimonio es un factor clave en la frecuencia de las relaciones sexuales. Según los datos, el 34% de las parejas casadas o en una relación estable tienen sexo de dos a tres veces por semana. Las parejas que están en la etapa inicial de «luna de miel» de su relación, pueden tener relaciones sexuales con mucha frecuencia; a medida que avanza la relación, la tasa podría disminuir. 

La edad es un factor determinante que condiciona la frecuencia de las relaciones sexuales. Un estudio señala que los veinteañeros (y de menor edad), tienen en promedio 112 relaciones sexuales al año, es decir, 2 veces por semana. Cruzando la tercera década de la vida, el número declina a 86 veces, 69 para aquellos entre edades de 40 a 49, y 52 para los que sobrepasan los 50 años.

Se ha comprobado que una frecuencia semanal es el estándar para mantener un adecuado grado de satisfacción o felicidad. En estudios, las parejas que tuvieron relaciones sexuales más de una vez por semana no informaron ser más felices.

Por lo tanto, la cantidad y frecuencia de las relaciones sexuales no depende o muy poco tiene que ver con el nivel o grado de “pasión” que tenga una persona o la pareja, sino que se involucran muchos otros factores, como ya se comentó. Además, hay que tener presente que muchas de las decisiones involucradas en una relación sexual (particularmente la cantidad y la frecuencia de las mismas), no son individuales, es decir, no dependen exclusivamente de una persona, sino que se deben tomar de manera consensuada con la pareja sexual. “Normal» es lo que se siente gratificante para usted y su pareja, y la comunicación juega un papel clave para garantizar que ambas partes se sientan satisfechas.

Recuerda que cada pareja es diferente. La frecuencia «correcta» es la que satisface a ambos socios. Puede tomar tiempo resolver esto, pero centrarse en la intimidad, la comunicación y el vínculo con una pareja es más importante que preocuparse por los números, los objetivos o la frecuencia sexual de otras parejas.

Por lo tanto, la cantidad y frecuencia de las relaciones sexuales no depende o muy poco tiene que ver con el nivel o grado de “pasión” que tenga la pareja, sino que se involucran muchos otros factores, como ya se comentó. Hay que tomar en cuenta que cada pareja es diferente, dependiendo de las características individuales de cada uno de los miembros de la misma; en este sentido, es frecuente que alguno de los miembros quiera tener relaciones sexuales con más o menos frecuencia que la otra; así, la frecuencia «correcta» es la que se toma de manera consensuada. La comunicación, la honestidad y el respeto son puntos críticos en este tema; cuando se trata de sexo, las parejas necesitan llegar a acuerdos y hacer compromisos con el objetivo de garantizar que ambas partes se sientas satisfechas.